Disruptores endocrinos y salud
Los disruptores endocrinos son causa probable de discapacidad intelectual, autismo, TDAH, obesidad, diabetes, criptorquidia e infertilidad masculina.
Los disruptores endocrinos son causa probable de discapacidad intelectual, autismo, TDAH, obesidad, diabetes, criptorquidia e infertilidad masculina.
En cirugía, urgencias y emergencias la medicina ha triunfado; pero fracasa estrepitosamente en la prevención y el tratamiento de las enfermedades crónicas.
Los medicamentos psiquiátricos están poniendo en peligro a los ciudadanos al encubrir el sufrimiento, la angustia y las enfermedades que causan.
La enfermedad y la seguridad laboral son un gran negocio para los que viven de ellas. El cuidado de su salud, y su salud misma, es sólo cosa suya.
El caso contra la ciencia es sencillo: gran parte de la literatura científica es simplemente errónea o falsa. La ciencia ha dado un giro hacia la oscuridad.
El exceso de luz azul de las lámparas LED genera especies reactivas de oxígeno (ROS) que dañan la vista, el sistema endocrino y la salud en general.
Los oncólogos dan a los pacientes de cáncer azúcar y dietas altas en carbohidratos porque ignoran por completo el papel de la nutrición en esta enfermedad.
Se detectaron 47 sustancias plaguicidas en los ríos españoles. El 70% están prohibidos por su toxicidad y más del 50% la mitad son disruptores endocrinos.
Puesto que el PET evidencia que en la depresión clínica hay inflamación cerebral, una dieta o fármacos antiinflamatorios son el tratamiento idóneo.
Aunque la inflamación crónica produce enfermedades muy graves hay medios para detectarla y se puede combatir con alimentación adecuada.
Es de sentido común que el sistema de salud enfatice la prevención de enfermedades mediante alimentación y hábitos saludables, pero no lo hace.
Si quiere saber por qué el Determinismo Genético ejerce tanta influencia deberá mirar tras las vitrinas de la Ciencia y ver su relación con la política.
Las lectinas, proteínas vegetales «pegajosas», se adhieren a las membranas celulares y dañan la salud, aunque se siga una alimentación saludable.
Los probióticos, que normalmente proporcionan beneficios para la salud intestinal, también tienen un efecto sobre el cerebro: protegen contra la depresión.